Seguidores

jueves, 21 de julio de 2011

Love Hurts-Capítulo 1

Jeje, ya empiezo publicando algunas cosillas. Espero que os guste Love Hurts que creo que es una novela que entretendrá a más de uno. Besitos y pasad un buen viernes!
(Que no se os olvide comentar, por favor)


Sinopsis
Ever tiene 17 años y es un vampiro. Vive con ello día a día. Cuando estaba viva era cursi, snob y popular, tras la fiesta de una amiga, ve todo eso en la basura. Ahora es un vampiro pero sigue siendo egoísta, egocéntrica y quejica. Los vampiros que la acogen, uno de los cuales la transformó, se hacen pasar por sus padres, y de hecho lo son, ya que es la única familia que la queda. Ahoran han decidido que su siguiente parada sea Nocville un lugar donde nadie sospecharía ni de muertes ni de desapariciones. Ever conoce el amor de verdad y está en peligro. Tiene que tomar la decisión más importante de su vida: salvarse a si misma o salvar a él.
Love Hurts es diferente a cualquier novela que hayas leído porque a pesar de ser algo paranormal y romántico, algo muy común en los tiempos que corren, el carácter de los personajes hace que la novela adopte un punto humorístico que sin duda es muy peculiar. Déjate seducir tras las atrapantes situaciónes que vive Ever y recuerda, el amor duele.


Capítulo 1
Where ever you go ... I'll always be a freak


Llamarse Ever no siempre es bueno. Te lo digo yo que me llamo Ever. Pero no solo llamarse Ever es malo, también lo es ser diferente. Si, soy diferente. Resumiendo. Me llamo Ever y soy gótica.


Desde pequeña voy cambiando de rumbo. Da igual en que colegio, instituto o reformatorio esté. Soy diferente. Fin de la historia. Soy la bicho raro, la gótica, la vampiro, o como demonios quieras llamarme, voy a seguir siendo igual.

Si. Has leído bien. REFORMATORIO. No he estado en uno. He estado en varios. ¿Motivos? Ninguno. Bueno si, unos cuantos. Escándalo público, autolesiones, peleas callejeras, conducción ebria, etc. Hay muchas pero no recuerdo todas.

Ahora estoy camino de Nocville. Un sucio y apestado agujero lleno de insulsa gente. Vuelta a empezar. Puede incluso que añadan motes nuevos a mi insuficiente persona. Puede que me salte alguna clase o me vuelva a meter en líos. Pero no aguantaría ni un minuto más entre carroña podrida.

A menudo soy etiquetada con la chica nueva. ¿Y a mí qué? Ya paso de lo que me diga la gente. No se merecen ni un ápice de mi atención. Son tan simplones que da vergüenza ser de su misma especie.

No sé de donde procedo. No puedo contar con los dedos de mis manos en cuantos lugares he vivido. Ni cuanta gente me odia. Ni cuantos psicólogos he visitado. Ni mucho menos cuanta gente he amado. Bueno, el último ha sido 0 así que técnicamente no miento. Pero no soy virgen. Cuando te emborrachas con unos desconocidos en un coche, pasan cosas que no deben de pasar. Hay cosas que no deben suceder un sábado noche, pero si te descontrolas, suceden. No os puedo decir que me arrepienta de lo que he hecho a lo largo de mi vida. He visto y conocido cosas que, enserio, dan asco. Como mi vida.

A lo que íbamos. Nocville es un sucio agujero lleno de apestados niños ricos. Y como no, me tengo que unir a la cola de estúpidos, a cada cual más arrogante. Mis padres decidieron comprar una gran mansión en Nocville para ver si se me pegaba algo de “normalidad”. Si hubiese querido ser normal lo hubiese sido hace mucho tiempo. La cosa es que no quiero. Odio ser normal. Yo antes lo era. Antes de mudarme.

Si me hubieseis visto hace 10 años atrás, no me hubieseis reconocido. Era popular y siempre estaba rodeada de gente. Siempre necesitaba del calor humano de mis “amigos”. Siempre rodeada de gente interesada en un poquito de fama. Pero yo lo tenía todo. Estaba en mi máximo apogeo. No necesitaba de la ayuda de otro para ser popular. Tenía todo lo que quería. Ropa cara, una gran mansión, mi novio era el quarterbag del equipo de rugby y poseía dos secuaces que hacían lo que yo quisiese. Pero no todo eso me llenaba. Me faltaba algo imprescindible. Ser feliz. Podía tener todos los bienes materiales que quieras, pero me faltaba la felicidad. Por muchos hombres que tuviese detrás mio, por muchas vidas que destruyese con mis comentarios, no serían suficientes para completar mi insustancial vida. Sólo hay algo que rellena el hueco vacío de mi vida. La sangre.

Si, soy un vampiro. La gente no se equivoca cuando me lo llama. Pero recapitulemos y volvamos a comenzar.

Desde pequeña voy cambiando de rumbo. Pero hay un motivo con un gran peso de ley. No envejezco. Y si permanezco mucho tiempo en un lugar, sospecharían y mi vida se volvería la Inquisición. ¿Por qué soy gótica? Porque los góticos actúan como los vampiros. Ellos están muy pálidos y si yo soy popular, ¿cómo explico que aborrezco el sol y lo pálida que estoy? Es imposible. Para ser popular tienes que tener un bolso de Gucci, unos tacones impresionantes y un bronceado perfecto.

¿Por qué los reformatorios? Ordenanza del instituto. Me meto en tantos líos por culpa de mis victimas. Pero merece la pena. Sólo por sus sangre. Su fragancia, su tacto, su sabor. La textura que adquiere en mi paladar, y cuando desciende por mi garganta con su suave olor y su calidez tan energizante.

Nocville es mi próximo destino. El siguiente escenario de muertes. No mentía cuando dije que Nocville es un pueblo de carroña podrida. El alcohol y las drogas ha matado a medio pueblo y los que aún siguen vivos están en la gran sede hospitalaria a las afueras de Nocville. Y la otra mitad son niños ricos apestados de objetos innecesarios.

Hace 10 años que soy un vampiro. Lo deje todo atrás. Como os dije, tenía la vida perfecta. Pero un sábado, a Jessica se le ocurrió hacer una fiesta en su casa para celebrar que sus padres no estaban. Y me tuve que ir sola, ebria y apestando a drogas por el callejón de camino al coche. Sombras. Muchas sombras. Demasiado rápido. Demasiada borracha. Y de repente ¡Auuch! La sangre manchaba mi algodonado vestido de palabra de honor. A medida que la sangre se secaba en las puntas de mi pelo se volvía un revoltijo fundiéndose el rojo burdeos de la sangre con el castaño claro de mi pelo formando una especie de capa pegajosa que tensaba mi pelo. Cuando el dolor incesante de mi cuello cesó, el escozor del contacto del aire con el interior de mi herida surgió.

Después de aquella noche noté cambios en mí. No crecía, la regla no me venía y no tenía ganas de comer. Pero continuamente estaba sedienta. Por mucha bebida que ingiriese seguía sedienta, mi garganta quemaba y sentía que me ahogaba. Pero gracias a mi manía de beber sangre animal (secreto que nunca confesé) descubría que la sangre era lo único que me calmaba y deshacía el nudo en mi garganta que me ahogaba. Y desde entonces empecé a beber sangre humana, que me calma aún más.

Nocville tiene ese aire especial que me incita a ir. Ese aroma a sangre fácil. No creo que Nocville eche de menos unas cuantas personas menos. Les estaría haciendo un favor al matarlos. Su muerte sería rápida e indolora mientras que las drogas les matarían lenta y dolorosamente chupándoles sangre que yo podría aprovechar mejor.

Humanos. Pobres y estúpidos humanos. No conocen el valor de su vida. Cada centavo que vale su sangre. Son tan ignorantes. Dan tanta importancia a bienes materiales que no tienen valor algunos que se olvidan de la importancia de vivir. No tienen en cuenta que tener un corazón latiendo es lo más.

* * *

Instintivamente paso mis dedos por los bordes de la ventanilla del tren. La goma que lo recubre se nota fría. Las frágiles gotas adornan la ventana dando un toque fantasioso al paisaje otoñal del exterior.

-Siguiente para: Nocville. –Informa la voz en off del tren. Recojo mi equipaje y me levanto hacia la puerta del tren con cuidado de no perder el equilibrio y caerme.

Espero pacientemente a que el tren frene en la estación. Toco ligeramente el botón de apertura hasta finalmente presionarlo del todo haciendo que las puertas se abran delante de mí permitiéndome bajar a la parte rica de Nocville.

-Vamos, cariño.-me incita mi madre a continuar el camino. Ella también es un vampiro. Realmente no es mi madre, pero me cuida igual que mi padre vampiro. Él me convirtió. Pero no me dijo nada hasta que me adapté a lo que era.- Tenemos mucho que hacer hoy.

Yo sé a lo que se refiere. Pronto caerá la noche y tenemos que cobrarnos nuestras primeras victimas en este agujero. Linda es cariñosa, amable y sanguinaria. No dejéis que os confunda su amable y dulce rostro porque podríais morir. En cambio, Henry tiene el rostro cansado y desgastado.

No tengo interés alguno en ver como están mis verdaderos padres. Ellos creyeron que yo simplemente me fugué. No sería de extrañar. Hace 10 años que dejaron de buscarme. No, miento. 9 años. Hasta que comprendieron que jamás iba a volver. O que había muerto. Técnicamente es verdad. Estoy muerta.

Ni Henry ni Linda trabajan. Pero aún así nos las apañamos para ser ricos. ¿Cómo lo hacemos? NPI. Sinceramente, no me importa. Sólo me importo yo y la sangre. ¿Qué puedo decir? Soy muy egocéntrica.

El camino al palacial caserón es aburrido y a menudo me entretengo chutando una inerte piedra. ¿Qué hay más divertido que eso?

La señorial mansión Kade (como yo la llamo ahora) es de un estilo gótico muy grotesco. No es que no me guste, pero aún tengo mi lado fashionsista. Me acerco a la puerta y no puedo evitar tocar la vieja y desgastada madera que la forma. Las formas que adopta y el relieve producido por los arañazos me resulta agradable al tacto.

Entro a la mansión Kade y lo primero que me encuentro es un amplio recibidor lleno de poca luz, algo ideal para mi. Nunca me ha gustado la luz, pero es buena a la hora de maquillarse. Dirijo mi cabeza al techo y descubro una antiquísima lampara de araña. Se podían haber esmerado un poquito más con la decoración. Vaya birria de cuadros que hay colgados por los pasillos. Y los tipejos de los cuadros, feos hasta no poder más. Subo las escaleras, olvidando mis maletas en el recibidor, y me dirijo a lo que se supone que se tiene que denominar “mi cuarto”. Y cuando digo que se supone, es que se supone. Porque pinta de cuarto no le veo. Si, la cama. Menuda cama. Las he visto mejores, eso si, es elegante y cómoda pero telarañas hasta decir basta, arañas no sé si quiero saber si hay alguna, por si acaso, no voy a buscar. El armario, grande. Pero creo que me perderé en él. Está oscuro, ¡podían quitarle una bombilla a la lampara de araña de abajo y ponérsela a mi armario! Vaya casa la de Nocville. Esperemos que la comida este más rica. Mmmm. Hablando de comida, ya esta oscureciendo...

1 comentario:

  1. Querida Scarlet!!, me gusto mucho este primer capitulo, ya veremos como transcurre la vida de no-muerta de Ever^^

    Un beso hermosamente sangriento, y sigue asi pequeña!!

    ResponderEliminar